Hace un poco más de 10 años, falleció uno de los MAESTROS y políticos más importantes que tuvimos en la historia Argentina. Se nos iba Alfredo de este mundo pero ...mucho dejaba en su legado para que podamos aprender y construir nuevos caminos.
Él tenía unas convicciones de fierro a las que nunca pudieron corromper: renunció a su cargo en el gobierno de Alfonsín cuando este sancionó la Ley de Obediencia debida, se desvinculo del Socialismo de Ghioldi cuando este partido ingresó a "La Junta Consultiva" del gobierno de facto del 55', rompió con Elisa Carrio cuando ella decidió unirse con Gustavo Gutierrez y el sector conservador de la provincia de Mendoza, y por último era un empedernido y fanático hincha de River, colores que jamás cambió.
En un momento particular de la historia del país, donde hay en juego muchos intereses (sobre todo de algunos sectores económicos que se creían dueños de las tierras argentinas) es quizás una de las "estrellas" que más nos ilumina para poder pensar a que "colectivo" nos queremos subir.
La Argentina es un país maravilloso que tiene una diversidad de paisajes únicos en el mundo, es un territorio con mucho valor en sus tierras (tanto lo que está a la vista como lo que no podemos ver), la calidad y la potencialidad en sus habitantes pocos lugares en el mundo la pueden tener, pero en los últimos 50 años siempre falto voluntad política para poder realizar transformaciones reales que hicieran que el país se levante y sea una locomotora mundial. Tuvimos dirigentes, militares, economistas, líderes religiosos que pensaron más en defender los intereses de unos pocos y a cualquier costo (detención y secuestro de personas, represión, congelamiento de salarios, recorte de las políticas de Estado, privatizaciones, privilegios a los monopolios y empresas multinacionales) que lo que realmente servía al pueblo.
Hace algo más de 10 años, con un discurso prometedor apareció una luz que renovaba las energías y las esperanzas de muchos sectores postergados del país, y sobre todo de algunos actores sociales que habían vivido muy bien y cómodos con el cuento del 1 a 1, y que poco a poco vieron como se desdibujaba esa mentira, y se subieron a ese tren, porque realmente era ilusionaba. Fueron pasando los años, las medidas, las acciones, las decisiones políticas, las alianzas estratégicas, los intentos de desestabilización, de luz se pasó a movimientos, organizaciones, militancia política, alineamientos latinoamericanos, 1° presidenta, reelección con un porcentaje histórico, nacionalizaciones, planes de vivienda, acuerdos de precios, inversión en educación y salud, y por sobre todas las cosas empezar a creer que aún con sus errores y equivocaciones, hay un proyecto y eso hoy sólo ocurre en Latinoamerica.
No hay modelos perfectos, ni nunca lo existirán pero... el Maestro Alfredo, decía y hablaba sobre eso que son las convicciones y los valores, y que podemos consensuar sin traicionarlos, entonces porque no subirse a este "colectivo", para poder ayudarlo, mejorarlo. Si estamos hablando en "idiomas" parecidos porque ponernos en la vereda de enfrente, si estando en la misma cuadra podemos conversar y debatir mejor.
Y creo que desde esas diferencias no son: congelar salarios o aumentarlos; recortamos el presupuesto o lo aumentamos, apoyamos la educación y salud privada o la pública, no nada que ver con esas oposiciones, entonces... desde lo que nos enseño él, desde nuestras convicciones y valores: consensuemos, dialoguemos, y tratemos de continuar en este camino para seguir construyendo un país más justo e igual.
Maestro!! presenteee!!!!! ahora y siempree!!
Él tenía unas convicciones de fierro a las que nunca pudieron corromper: renunció a su cargo en el gobierno de Alfonsín cuando este sancionó la Ley de Obediencia debida, se desvinculo del Socialismo de Ghioldi cuando este partido ingresó a "La Junta Consultiva" del gobierno de facto del 55', rompió con Elisa Carrio cuando ella decidió unirse con Gustavo Gutierrez y el sector conservador de la provincia de Mendoza, y por último era un empedernido y fanático hincha de River, colores que jamás cambió.
En un momento particular de la historia del país, donde hay en juego muchos intereses (sobre todo de algunos sectores económicos que se creían dueños de las tierras argentinas) es quizás una de las "estrellas" que más nos ilumina para poder pensar a que "colectivo" nos queremos subir.
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| "El Maestro", hermosa obra realizada por los chicos y chicas de "La Casa del Pueblo" |
La Argentina es un país maravilloso que tiene una diversidad de paisajes únicos en el mundo, es un territorio con mucho valor en sus tierras (tanto lo que está a la vista como lo que no podemos ver), la calidad y la potencialidad en sus habitantes pocos lugares en el mundo la pueden tener, pero en los últimos 50 años siempre falto voluntad política para poder realizar transformaciones reales que hicieran que el país se levante y sea una locomotora mundial. Tuvimos dirigentes, militares, economistas, líderes religiosos que pensaron más en defender los intereses de unos pocos y a cualquier costo (detención y secuestro de personas, represión, congelamiento de salarios, recorte de las políticas de Estado, privatizaciones, privilegios a los monopolios y empresas multinacionales) que lo que realmente servía al pueblo.
Hace algo más de 10 años, con un discurso prometedor apareció una luz que renovaba las energías y las esperanzas de muchos sectores postergados del país, y sobre todo de algunos actores sociales que habían vivido muy bien y cómodos con el cuento del 1 a 1, y que poco a poco vieron como se desdibujaba esa mentira, y se subieron a ese tren, porque realmente era ilusionaba. Fueron pasando los años, las medidas, las acciones, las decisiones políticas, las alianzas estratégicas, los intentos de desestabilización, de luz se pasó a movimientos, organizaciones, militancia política, alineamientos latinoamericanos, 1° presidenta, reelección con un porcentaje histórico, nacionalizaciones, planes de vivienda, acuerdos de precios, inversión en educación y salud, y por sobre todas las cosas empezar a creer que aún con sus errores y equivocaciones, hay un proyecto y eso hoy sólo ocurre en Latinoamerica.
No hay modelos perfectos, ni nunca lo existirán pero... el Maestro Alfredo, decía y hablaba sobre eso que son las convicciones y los valores, y que podemos consensuar sin traicionarlos, entonces porque no subirse a este "colectivo", para poder ayudarlo, mejorarlo. Si estamos hablando en "idiomas" parecidos porque ponernos en la vereda de enfrente, si estando en la misma cuadra podemos conversar y debatir mejor.
Y creo que desde esas diferencias no son: congelar salarios o aumentarlos; recortamos el presupuesto o lo aumentamos, apoyamos la educación y salud privada o la pública, no nada que ver con esas oposiciones, entonces... desde lo que nos enseño él, desde nuestras convicciones y valores: consensuemos, dialoguemos, y tratemos de continuar en este camino para seguir construyendo un país más justo e igual.
Maestro!! presenteee!!!!! ahora y siempree!!
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| "Casa del Pueblo" |
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